Este fin de semana merece una entrada para en exclusiva, ya que ha sido uno de los mejores findes que he tenido últimamente. Todo empezó el viernes a mediodía, cuando, gracias al horario flexible que me permite hacer 9 horas de lunes a jueves, pude salir del curro a la 1, e ir a comer al sol a la orilla del Elba. Tras comida y paseito, me eché una siesta (ay como las echo de menos), pues preveía lo que se avecinaba. Y efectivamente, la noche empezó en Guntzstrasse, parrillada en honor del cumple de Ekaterini. Ya sabeis, salchichas, tsatsiki y erdnuss flips. De allí salimos unos pocos hacia casa de Uwe, que celebraba una fiesta allí no sé muy bien con que motivo. La cuestión es que bailando y haciendo el canelo conseguimos animar la fiesta y que los alemanes se motivaran, y de hecho cuando me fui a eso de las 2 parecía que la casa iba a acabar ardiendo.
Pero como digo, me fui porque estaba invitado en otra fiesta más, y el compromiso es lo que tiene. Esta vez fue en casa de Kalliopi, y aunque más tranquila que la anterior, también fue muy divertida, y sobretodo preciosa la manera de acabar: viendo amanecer desde el tejado de su casa, un sexto piso de Martin Luther strasse.
El sabado por la mañana salí para Berlín, acompañado de Amador y Guillaume, aunque ninguno se iba a quedar allí, por lo que había quedado con Loreto para encontrarnos allí y pasar el finde. Como Loreto llegaba tarde (venía de España), quedé con Teresa e Iñaki que también andaban por allí. Tal afluencia de gente se debía a que se celebraba el "Carnaval de las Culturas"; una especie de festival que mezclaba samba, mestizaje, procesiones, puestecillos y actuaciones en el parque, etc.
La cuestión es que no conseguí quedar con Loreto, y esa noche no salimos, en plan de reserva, así que dormí en casa de una amiga muy maja de Iñaki, Carmen, tras ver la peli del Gran Lebowski. Hicimos bien en reservarnos, pues bien por la mañana nos fuimos al parque de Hallesches Tor, donde toda la movida tenía lugar. Allí vimos las caravanas (bastante cutres, por cierto), aprendimos (los que no sabían) a jugar al mus, y echamos una tarde de parque, cervecillas y malabares muy agradable.
1 comentarios:
Estas en Dresden? Qué gracia, yo también me quedé en Sverige, but anyway, donde podemos alojarnos en Berlín? Enrique está viviendo en Stk ahora y nuestro próximo viaje - sea cuando sea - va para allá.
Besos,
Clau
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