A todo se acostumbra uno...

Pues eso, que lo de la semana pasada debió ser el susto inicial. Es decir, las cosas no han cambiado mucho: me sigo hablando poco o nada con la gente del trabajo, no hago otra cosa que leer y leer artículos, pero oye, ahora lo llevo bien. Es más, casi hasta me entretengo. Y en el fondo estoy haciendo el proyecto, es decir, que me están pagando por ahcer algo que iba a tener que hacer de todos modos. Así que no me puedo quejar.

Y además por las tardes siempre hay algo que hacer. De hecho, quería haber escrito antes, pero llevo 4 días que no he estado en casa mas que para dormir (y no mucho mas de 6 horas). El domingo estuve en una exposición de fotos sobre humanismo en china, lunes café por ahi y cena en el 33, martes ayudando a mudarse a Sebastian y concierto en el 33, ayer bei Quique... etc. Vaya, como en los viejos tiempo, arrastrando la mochila de 8 de la mañana a 12 de la noche por ahí.

La foto es del museo donde estaba la exposición sobre China, pero claro, no de la exposición en sí por que no se podía.

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Arbeit

Esta semana he empezado a trabajar. Para ser sinceros, por primera vez en mi vida. Y la verdad es que sigo opinando que no puede ser bueno para la salud. Mi labor por ahora consiste en hacer algo si me lo mandan, y sino, ir empezando con mi Proyecto Fin de Carrera. La cuestión es que como no me mandan nada, no hago otra cosa que estar allí sentado, leyendo artículos y tutoriales, 8 horas al día. Y os aseguro que a poco sueño que tengas (que es mi caso) eso es un infierno. Además, allí cada uno va a su bolo, y solo me hablo un poco con un chino que se sienta al lado mio, así que me aburro un montón. Incluso he comido solo toda la semana, con lo poco que me gusta.
Pero bueno, la verdad es que el Proyecto en sí es interesante, y espero que mi aislamiento social cambie pronto, y me acostumbre a madrugar. Imagino que entonces no será tan duro el ir allí todos los días.
Afortunadamene, está empezando a hacer buen tiempo, e ir un ratillo al parque o a la orilla del Elba hasta que se va el sol después del curro es una delicia, al igual que los paseos vespertinos y las cenas por ahí.

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